Aasana apuesta a energía solar para evitar 228 toneladas de CO2
Con una moderna planta fotovoltaica, la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) apuesta a la energía solar para contribuir al cambio de la matriz energética boliviana. Con este proyecto piloto se prevé inyectar 24.900 voltios “limpios” a la red de electricidad de Santa Cruz y reducir 228 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año en bien del medioambiente.
“Nuestro proyecto de paneles solares es uno de los más importantes en energía limpia. Tiene dos misiones: la primera es la de generar electricidad solar que sea inyectada a la red eléctrica de la zona. Su segunda misión está destinada al ámbito académico: queremos que sea un centro de formación e investigación para la capacitación de nuevos profesionales que repliquen la experiencia en varios puntos del país”, dijo el jefe de Electrónica de Aasana, Hernando Lara.
El proyecto fotovoltaico, implementado mediante una donación de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), empezó en 2010 con el intercambio de notas entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia y la Embajada de Japón. El costo de la instalación fue de 440 millones de yenes (alrededor de 3,9 millones de dólares). Hoy, el centro tecnológico funciona en Viru Viru, a 20 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz.
Energía a partir del sol
La planta piloto de Viru Viru está compuesta por 1.204 paneles solares, todos interconectados en cuatro circuitos. Para un mejor rendimiento, las placas fueron fabricadas con silicio policristalino azul de industria japonesa.
Los equipos funcionan a partir de la captación de luz y calor. Estos factores hacen que las células internas de los paneles se activen y produzcan energía. Por ello, el sistema depende del clima pero cuando está nublado sigue operando, aunque a menor potencia.
Lara explicó que lo que generan los paneles es corriente continua, la misma de las baterías de los vehículos. Es decir, una energía de alto amperaje pero que no es nociva.
Esta electricidad pasa a unas casetas que forman parte de la planta. Allí, por medio de unos transformadores e inversores, la corriente continua se transforma en corriente alterna, la que todos usamos en casa.
“En su mayor rendimiento la planta genera 315 kilovatios (kW). En un día soleado los 1.024 paneles son capaces de generar 400 voltios que, mediante el transformador, se convierten en 24.900 voltios de corriente continua”, explicó el jefe de Electromecánica de la regional Santa Cruz, Ronald Chávez..
Esta energía, mediante una especie de switch, es integrada a la red eléctrica troncal de Viru Viru, beneficiando al aeropuerto y a las comunidades a más de 100 kilómetros a la redonda. Al ser una planta piloto, la energía que produce se usa para dar estabilidad, potencia y rendimiento a la red.
“Si hablamos sólo de la electricidad generada por la planta, ésta es capaz de abastecer a unas 10 casas, pero al inyectarla a la red se amplifica. Es como aumentar la presión de una tubería de agua con un nuevo caudal. Lo mejor es que todo se hace sin dañar el medioambiente; al contrario, así evitamos gran cantidad de emisión de gases de efecto invernadero” , dijo Chávez.
A mediano plazo, se espera que el nuevo sistema de radares que será instalado por Aasana en Viru Viru funcione en su totalidad con esta energía limpia. “Calculamos que en temas económicos son alrededor de 6.000 bolivianos aproximadamente que podremos ahorrar como institución”, manifestó Lara.
Señaló que en el país hay muy pocos profesionales en el área. Por eso convocó a las universidades a acercarse al proyecto para consolidarlo como un centro de investigación y de réplica.