Alemania inaugura la primera planta de fotovoltaica vertical flotante del mundo

La planta cuenta con 2.500 módulos «Floating-SKipp», diseñados para moverse con el viento, y tiene una capacidad de 1,8 MWp, suficiente para abastecer 725 hogares.

  • Primera planta fotovoltaica vertical flotante del mundo.
  • Ubicada en el Jais Weiher, Baviera.
  • 2.500 módulos verticales en orientación Este-Oeste.
  • Potencia instalada: 1,8 MWp.
  • Generación anual: más de 1.800 MWh.
  • Cubre el consumo de unos 725 hogares.
  • Reducción prevista de 600 toneladas de CO₂ al año.
  • Desafíos: eficiencia, estabilidad estructural, impacto ambiental.
  • Potencial para aprovechar espacios acuáticos inutilizados.

Un concepto innovador: la fotovoltaica vertical flotante

En el Jais Weiher, un lago artificial en Gilching (Alemania), se ha instalado la primera planta piloto de fotovoltaica vertical flotante, desarrollada por la empresa SINN Power en colaboración con la planta de áridos Jais. Este proyecto pionero busca demostrar cómo las superficies acuáticas pueden convertirse en espacios útiles para la producción de energía solar, sin ocupar terrenos agrícolas o industriales.

Cómo funciona la planta

El sistema utiliza unos 2.500 módulos «Floating-SKipp», diseñados y patentados por SINN Power, colocados verticalmente con orientación Este-Oeste. Esta disposición permite que los módulos se muevan de forma flexible frente a las cargas de viento, lo que ayuda a reducir las tensiones estructurales.

La planta tiene una capacidad instalada de 1,8 megavatios pico (MWp) y está diseñada para generar más de 1.800 megavatios hora (MWh) de electricidad al año, cantidad suficiente para abastecer a aproximadamente 725 hogares alemanes promedio.

El proyecto arrancó con las tareas de anclaje en agosto de 2024 y la instalación sobre el agua comenzó en septiembre del mismo año. Desde el 6 de abril de 2025, todas las filas de módulos están completamente operativas.

Principales ventajas de la orientación vertical y la flotación

  • Respeto a las regulaciones ambientales: la disposición vertical evita la limitación legal del 15 % de ocupación de las superficies de los cuerpos de agua, ya que la estructura cubre menos espacio horizontal.
  • Producción energética más equilibrada: la orientación Este-Oeste permite generar energía principalmente en las primeras horas del día y en la tarde, adaptándose mejor a los picos de demanda energética y evitando las saturaciones del mediodía.
  • Mayor resistencia al clima invernal: los módulos verticales son menos propensos a la acumulación de nieve, mejorando su rendimiento durante los meses fríos

Impacto económico y ambiental local

Para la planta de áridos Jais, esta solución aporta una reducción del 65 % en la dependencia energética externa, sobre todo durante los meses con mayor actividad (marzo a diciembre). Además, se estima una disminución de aproximadamente 600 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) anuales, lo que contribuye a los objetivos de neutralidad climática de la región de Starnberg-Ammersee.

Sin embargo, el responsable de la planta, Gottfried Jais, destaca que aún se mantienen cautelosos respecto al almacenamiento energético, dado que las tecnologías económicamente viables en este ámbito todavía están en desarrollo.

Retos técnicos y científicos por resolver

A pesar de sus ventajas, el sistema de fotovoltaica vertical flotante enfrenta algunas incertidumbres que requieren atención:

  • Sombras entre módulos: la disposición vertical podría generar autov sombreado, especialmente cuando el sol está bajo, reduciendo la eficiencia energética.
  • Falta de datos a largo plazo: aún no existen estudios robustos que confirmen el rendimiento de este tipo de plantas en condiciones reales durante varios años.
  • Resistencia a vientos fuertes: aunque los módulos están diseñados para moverse con el viento, no se conoce con certeza cómo afectará esto a la durabilidad del sistema, los costes de mantenimiento y la estabilidad del anclaje.
  • Impacto ecológico desconocido: las posibles alteraciones en la calidad del agua, el hábitat de peces y aves, así como los efectos de las operaciones de mantenimiento, son factores que requieren una evaluación ambiental exhaustiva.

Colaboración regional como motor del proyecto

La rápida ejecución de esta iniciativa fue posible gracias a la coordinación entre empresas locales y autoridades. La participación de la gwt Starnberg GmbH, el Ayuntamiento de Gilching y la administración del distrito de Starnberg permitió superar obstáculos burocráticos y avanzar con eficiencia.

Esta cooperación demuestra que los proyectos de energías renovables pueden prosperar cuando existe una sinergia entre el ámbito público y privado, facilitando procesos y generando una cadena de valor local sólida.

Un primer paso hacia nuevas posibilidades

Aunque la planta en el Jais Weiher sirve como referencia para otros embalses y lagos artificiales, su replicabilidad no es automática. Cada ubicación presenta variables distintas: profundidad del agua, condiciones climáticas, biodiversidad local y características geográficas. Esto exige un análisis detallado antes de aplicar el modelo en otros escenarios.

Además, el coste inicial elevado y la complejidad de la instalación sobre agua plantean dudas sobre la viabilidad económica a gran escala. A largo plazo, serán necesarios más proyectos piloto y estudios científicos para definir con claridad los límites y ventajas reales de esta tecnología.

Potencial de esta tecnología

La fotovoltaica vertical flotante abre una nueva vía para la transición energética al permitir:

  • Uso eficiente de espacios sin valor agrícola o industrial.
  • Reducción de conflictos por el uso de suelo en zonas con alta densidad poblacional.
  • Generación energética cercana a los centros de consumo, disminuyendo pérdidas en el transporte de electricidad.
  • Contribución a la descarbonización del sector industrial, especialmente en actividades como la extracción de áridos, que demandan grandes cantidades de energía.
  • Protección del suelo terrestre y preservación de paisajes naturales, al desplazar parte de la infraestructura energética hacia superficies acuáticas infrautilizadas.

Si bien la tecnología requiere maduración, representa un paso relevante hacia modelos de producción energética más integrados en el entorno y con menor huella ambiental. Su éxito dependerá de una combinación entre innovación técnica, prudencia científica y políticas de apoyo bien diseñadas.