Bolivia necesita una nueva Ley de Electricidad para un sistema energético del siglo XXI - EL PERIÓDICO 03-12-25
Ley de Electricidad 1604, vigente desde 1994, se ha convertido en un marco normativo desactualizado e insuficiente para la realidad actual del sector eléctrico boliviano. Lo que alguna vez respondió a las necesidades de un sistema incipiente, hoy se muestra desfasado frente a los profundos cambios tecnológicos, ambientales y económicos que atraviesa el país y el mundo.
En la actualidad, Bolivia requiere incorporar de manera plena y regulada conceptos que ni siquiera existían cuando se promulgó la ley: tal el caso como generación distribuida, electromovilidad, eficiencia energética y la participación activa de fuentes alternativas como la solar, eólica, biomasa y geotermia. Estas tecnologías no solo amplían y diversifican la matriz energética, sino que también representan oportunidades para disminuir la creciente dependencia de la generación termoeléctrica basada en gas natural, una fuente cada vez más costosa, menos sostenible y a mediano plazo escasa.
La transición energética boliviana también demanda una visión más decidida hacia el aprovechamiento de sus recursos hídricos. La energía hidroeléctrica continúa siendo una de las opciones más eficientes, estables y competitivas para el suministro eléctrico del país. Proyectos ya estudiados, como el hidroeléctrico Carrizal, demuestran que existen alternativas viables para fortalecer la seguridad energética y garantizar un suministro confiable a largo plazo.
Modificar la Ley 1604 no es solo un ajuste legal: es una condición indispensable para modernizar el sistema eléctrico, atraer inversiones, promover tecnologías limpias y alinear al país con los estándares internacionales de sostenibilidad.
Bolivia necesita una normativa que acompañe la transición energética, impulse la innovación y prepare al sistema para los desafíos de las próximas décadas.
El futuro energético del país depende de decisiones que deben tomarse hoy. Una nueva ley de electricidad no es una opción: es una urgencia.
Por:
Mario A. Puca Valenzuela