Brasil y Bolivia evalúan construir hidroeléctrica binacional en el río Madeira Publicado en agosto 24, 2025por Johana Valer

Brasil y Bolivia podrían dar un paso histórico en materia de cooperación energética. El ministro brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira, planteó la posibilidad de levantar una hidroeléctrica binacional en el río Madeira, en la frontera entre el estado brasileño de Rondônia y la provincia boliviana de Pando.

El funcionario señaló que ambos gobiernos están ampliando su cooperación técnica para avanzar en el aprovechamiento hidroeléctrico de este caudal amazónico, considerado estratégico para el suministro energético de la región.

Un modelo inspirado en Itaipú

Silveira destacó que este proyecto podría replicar el éxito de Itaipú. Esta es una de las hidroeléctricas más grandes del mundo, compartida por Brasil y Paraguay desde 1984.

“El debate debe darse. La idea es avanzar y, quién sabe, tener una nueva binacional en camino”, afirmó el ministro, durante un acto donde también anunció nuevas inversiones en centrales hidroeléctricas en Brasil.

La propuesta refuerza la visión de Brasil de diversificar su matriz energética y consolidar alianzas estratégicas con países vecinos.

Experiencia previa en el río Madeira

Brasil ya cuenta con dos centrales hidroeléctricas de gran escala en el río Madeira, Jirau y Santo Antônio, ubicadas cerca de la frontera boliviana. Ambas suman una capacidad instalada de 7.318 MW, convirtiéndose en la cuarta y quinta hidroeléctrica más grandes del país.

Estas experiencias previas, sumadas al potencial compartido con Bolivia, consolidan al río Madeira como un polo de desarrollo energético con impacto regional.

Nuevas inversiones en energía renovable

El ministro Alexandre Silveira adelantó que el Gobierno brasileño retomará las inversiones en pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH). Para ello, se realizará una subasta en el primer trimestre de 2026, en la que se contratarán hasta 3.000 MW de proyectos con potencia máxima de 50 MW.

Estas iniciativas buscan fortalecer la seguridad energética de Brasil, reducir la dependencia de fuentes fósiles y posicionar a la Amazonía como un eje clave para la generación sostenible.