COMBUSTIBLE: ARGENTINA APUESTA AL HIDRÓGENO AZUL, LA ENERGÍA DEL FUTURO
El hidrógeno azul se presenta como la opción más prometedora para la transición energética en Argentina. La producción en Tierra del Fuego ya toma impulso.
El hidrógeno verde ha dominado las discusiones sobre energía limpia en los últimos años. Sin embargo, el hidrógeno azul ha emergido como una alternativa más sostenible y viable para el país.
Esta forma de hidrógeno se produce a partir del gas natural. Lo que lo diferencia es su capacidad para capturar y almacenar el dióxido de carbono (CO2) generado en el proceso. Argentina cuenta con una gran capacidad de almacenamiento de CO2 en sus formaciones geológicas. Esto posiciona al país como un candidato ideal para el desarrollo del hidrógeno azul.
«El hidrógeno azul representa una energía de transición hacia un futuro más limpio», señalan los expertos. Ofrece una forma de seguir utilizando los recursos fósiles sin contribuir al calentamiento global.
La provincia de Tierra del Fuego lidera el camino en la producción de hidrógeno azul. La región posee abundantes yacimientos de gas natural y una infraestructura sólida para el manejo de hidrocarburos.
El gobierno fueguino ha lanzado un Plan Estratégico Provincial para el Desarrollo del Hidrógeno Azul. La iniciativa busca aprovechar los recursos naturales de manera sostenible y eficiente.
Empresas internacionales ya colaboran en proyectos de hidrógeno azul en Tierra del Fuego. Total Energies, entre otras, integran la producción de hidrógeno con energía eólica y almacenamiento de CO2.
«Tierra del Fuego tiene la ubicación y los recursos para convertirse en un exportador clave de hidrógeno azul», aseguran los especialistas. Su acceso al mar facilita la exportación hacia mercados internacionales.
El desarrollo de esta tecnología no solo se orienta al consumo interno. Argentina busca posicionarse como un líder en la exportación de energía limpia hacia Europa y otros mercados globales.
Durante la cumbre COP26, se destacó el potencial de Argentina en la transición energética global. El país tiene la oportunidad de aprovechar sus recursos y experiencia en hidrocarburos.
La combinación de hidrógeno azul y energía eólica permite una producción más limpia. El almacenamiento del CO2 asegura que el proceso no genere emisiones dañinas para el ambiente.
El hidrógeno azul representa una solución viable para la transición energética argentina. La integración con otras energías renovables potencia su sostenibilidad a largo plazo.
Argentina cuenta con la infraestructura y el conocimiento técnico para impulsar el hidrógeno azul. La experiencia en el manejo de hidrocarburos favorece el desarrollo de esta nueva tecnología. La demanda de hidrógeno azul en mercados internacionales está en crecimiento. El país podría aprovechar esta tendencia para convertirse en un proveedor de energía de referencia.