Construcción de la Hidroeléctrica Ivirizu tiene 77,38% de avance, prevén su entrega en 2024

La construcción del Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu, en la provincia Carrasco, a 138 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, tiene un 77,38% de avance, por lo que se prevé su entrega el segundo semestre del próximo año.

“El Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu es el más importante en el ámbito energético de nuestro país, a la fecha tiene un avance del 77,38 por ciento en la construcción”, indicó este martes el gerente del proyecto, Oscar Ledezma, en contacto con Bolivia Tv.

Explicó que, tomando en cuenta el avance en la construcción de la obra, se proyecta su entrega para el segundo semestre de 2024 “todo depende de las condiciones, aunque hasta estas fechas, se cumple los cronogramas establecidos”.

El proyecto hidroeléctrico se construye con una inversión de $us 550 millones, financiados por el Banco Central de Bolivia (BCB), contribuirá al Sistema Interconectado Nacional (SIN) y diversificará la matriz energética, para depender menos de las energías no renovables.

“El objetivo del Proyecto Ivirizu, el más importante del sector eléctrico, es generar energía eléctrica limpia, renovable y con bajo impacto ambiental”, remarcó el funcionario.

Asimismo, señaló que la construcción de la obra, a cargo de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corporación, cuenta con la licencia ambiental correspondiente, en el marco de la legislación vigente, que cuenta con al menos 20 planes.

Entre los planes está la prevención y mitigación del ecosistema, que consiste en el rescate de la flora y el petofauna, además del manejo de residuos, el relacionamiento comunitario, entre otros.

A la fecha, en la fase de construcción, el proyecto hidroeléctrico genera 1.500 empleos directos.

Según los datos oficiales, el proyecto se ubica entre las cuencas de los ríos Ivirizu y Cristal Mayu. Contempla la construcción de las centrales hidroeléctricas Sehuencas, con capacidad instalada de 198,66 MW y Juntas con 91,55 MW, que en conjunto aportarán el equivalente al 10% de la generación de electricidad total del SIN.

Por más de un año, la obra fue paralizada por el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, lo cual ocasionó daños económicos y contractuales, que luego de un proceso de negociación con los contratistas fue retomado por el gobierno del presidente Luis Arce.