El negocio más boyante de Tesla es también el más desconocido: la generación y el almacenamiento de energía
El 2024 no fue un buen año para Tesla. O, al menos, no fue el mejor en lo que a ventas de coches eléctricos se refiere. Por primera vez, la compañía vendió menos coches eléctricos que el ejercicio anterior pese a pisar el acelerador a finales de año para mejorar las cifras.
Las previsiones en noviembre ya apuntaban a un estancamiento en el crecimiento que terminó de confirmarse a la hora de presentar resultados a final de año. Pero esto es siempre y cuando nos centremos en la venta de coches.
Tesla hace tiempo que se jacta de haber abierto sus líneas de negocio. De hecho, Elon Musk ha repetido por activa y por pasiva que el software será una pata central de su futuro e incluso ha afirmado que hay conversaciones con terceros para proveerles de su tecnología. El robotaxi y el negocio de los viajes sin conductor es la otra gran promesa.
Pero entre todos estos negocios más llamativos, entre aquellos que ocupan titulares, se cuela una actividad de Tesla altamente rentable que, sin embargo, solemos pasar por alto: la energía.
Igual que cuando empezamos a descubrir el enorme rendimiento que Amazon saca a sus servidores (aunque eso no ha impedido que se sumaran a la ola de despidos del pasado año), 2024 ha sido la confirmación de que Tesla tiene un enorme negocio relacionado con la energía, tanto con su generación como almacenamiento.
Si atendemos a los ingresos de Tesla por la generación y almacenamiento de energía, la compañía reportó en sus resultados anuales unos ingresos de 3.061 millones de dólares en el último trimestre de 2024. El crecimiento es de un 113% si se compara con el mismo periodo del año pasado pero, además, es enorme si lo comparamos con los resultados obtenidos este mismo año.
En el primer trimestre de 2024, Tesla ingresó 1.635 millones de dólares en esta partida y se disparó hasta los 3.014 millones de dólares en el Q2. Aunque rebajó sus ingresos en el tercer trimestre, sumando 2.376 millones de dólares, volvió a crecer por encima de los 3.000 millones de dólares en ingresos en el último trimestre, como decíamos.
Si miramos la fotografía anual, Tesla ha sumado 10.086 millones de dólares en ingresos originados con la generación y almacenamiento de energía. Es un 67% más que en 2023 (6.035 millones de dólares) y está completamente alejado de los 1.994 millones de dólares recogidos en 2020. Desde entonces, el crecimiento ha sido sostenido hasta superar los 10.000 millones de dólares del ejercicio anterior.
En el último año, la producción y el almacenamiento de energía sólo ha dado buenas noticias a Tesla. El año pasado, su beneficio bruto aumentó hasta los 2.600 millones de dólares (frente a los 1.100 millones de dólares de 2023) como consecuencia de explotar un negocio con unos márgenes de beneficio amplísimos.
De hecho, mientras que la compañía ha jugado con los márgenes de beneficio que tenía en la producción de vehículos para apretar a la competencia reduciendo precios, este aspecto no ha dejado de mejorar en la producción de baterías para almacenar electricidad y en al producción de la misma.