La matriz energética en Bolivia
Las fuentes de energía primaria son combustibles no convertidos u originales. Las fuentes de energía primaria en Bolivia incluyen gas natural, petróleo, biomasa, hidroenergía, viento y radiación solar. Las fuentes de energía primaria pueden ser minadas, cosechadas, extraídas, o aprovechadas directamente. En cambio, la energía secundaria no se encuentra directamente en la naturaleza y tiene que ser convertida de fuentes de energía primaria, como por ejemplo electricidad a partir de gas natural, o gasolina especial a partir de petróleo. Las principales fuentes de energía secundaria en Bolivia son electricidad, gas natural tratado, diésel oil, gasolina, jet fuel y Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Para poder comparar estas diferentes fuentes de energía primaria y secundaria, el Balance Energético Nacional 2006-2020 utiliza la unidad de kilo barril equivalente de petróleo (Kbep)2. Una unidad de Kbep es equivalente a 1,6139 Gigavatio hora (GWh) que es una medida de energía eléctrica.
En Bolivia los centros de transformación de energía primaria en energía secundaria están conformadas por 1) plantas de tratamiento de gas, 2) refinerías de petróleo, y 3) centrales eléctricas. Las plantas de tratamiento de gas procesan el gas natural con el fin de recuperar hidrocarburos líquidos compuestos como gasolina y GLP, entre otros. Las refinerías procesan el petróleo para obtener diésel, gasolinas, GLP, aceites y otros. Las centrales eléctricas son de diferente tipo según la fuente de energía primaria que utilizan. La mayoría de las centrales eléctricas cuentan con diferentes tipos de turbinas que son movidas por la fuerza del agua, el viento, y la combustión de gas natural, biomasa o diésel. Las centrales fotovoltaicas tienen una tecnología diferente a las basadas en turbinas ya que transforman la radiación solar en electricidad a través de paneles solares.
El consumo final en Bolivia se clasifica en los sectores de a) transporte, b) industrial, c) residencial, d) comercial, servicios y público, e) agricultura, pesca y minería, y f) construcción y otros. Las únicas fuentes de energía primaria que tienen un consumo final sin pasar por centrales de transformación en Bolivia son una gran parte del gas natural y la biomasa.
Los combustibles fósiles dominan en Bolivia
Los combustibles fósiles son una fuente de energía que procede de materia orgánica de animales, plantas y microorganismos en descomposición que se convirtieron en carbono en un proceso lento de descomposición, fosilización y cambios geoquímicos que tomó millones de años. El petróleo, el gas natural y el carbón son combustibles fósiles cuya combustión libera dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
El gas natural y el petróleo representan más del 92% de las fuentes de energía primaria de la matriz energética de Bolivia.
El segundo lugar, con una participación de apenas 5,71%, lo ocupa la biomasa. En el caso de Bolivia la biomasa comprende principalmente el bagazo, que es el residuo de la fabricación del azúcar a partir de caña, la leña que se usa mayoritariamente para cocinar, y algunos residuos animales.
En tercer lugar, tenemos a las hidroeléctricas con 1,49% y en último lugar la energía eólica y solar con sólo un 0,16%.
El debate sobre los conceptos de energías renovables y alternativas
La energía hidroeléctrica, la biomasa, la eólica y la solar son consideradas energías renovables. La US Energy Information Administration señala que la energía renovable es energía de fuentes que se reponen naturalmente pero que tienen un flujo limitado. Los recursos renovables son virtualmente inagotables en duración, pero limitados en la cantidad de energía disponible por unidad de tiempo. En otras palabras, la energía solar es ilimitada pero sólo durante el día, el bagazo de caña de azúcar está en función de la época de cosecha, y la cantidad de hidroenergía depende de las lluvias. La Agencia Internacional de Energía (AIE) incluye en los recursos de energía renovable: la energía hidroeléctrica, la energía solar fotovoltaica (PV), la energía solar de concentración (CSP), la energía eólica y marina (mareas y olas), la bioenergía y la energía geotérmica.
Sobre el concepto de energías alternativas no existe un consenso. En general se utiliza el termino para referirse a aquellas fuentes de energía que son propuestas como alternativa a las tradicionales o clásicas. Según algunas definiciones las energías alternativas son equivalentes al concepto de energía renovable o energía verde. Otros consideran energías alternativas a todas las fuentes de energía que no implican la quema de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) e incluyen dentro de estas a la energía hidroeléctrica o incluso a la energía nuclear. En otros casos el uso de energías alternativas se refiere específicamente a la solar, la eólica, la biomasa y la nuclear.
No todos coinciden en clasificar la energía nuclear dentro de las energías alternativas, pues al igual que los combustibles fósiles, se trata de un recurso finito, y además presenta problemas medioambientales importantes, como la gestión de los residuos radiactivos o la posibilidad de un accidente nuclear.
En el documento de Política de Energías Alternativas para el Sector Eléctrico del Estado Plurinacional de Bolivia del año 2011 se afirma que las fuentes de energía no renovable son aquellas fuentes de energía finitas, cuya capacidad de regeneración es más lenta que su aprovechamiento, mientras las fuentes de energías renovables son aquellas que se encuentran disponibles de forma continua o periódica, se regeneran naturalmente, como son las fuentes de energía solar, la geotérmica, la eólica, la que proviene de la biomasa y otras; por último, las energías alternativas son fuentes de energía alternativas a las tradicionales de uso convencional (fósil e hídrica mayor a 2 MW). En relación a la energía hídrica el mencionado documento indica que es una fuente de energía alternativa cuando su potencia es inferior a los 2 MW.
El destino de la energía primaria en Bolivia
La energía primaria en Bolivia se destina en primer lugar a la exportación, en segundo lugar a los centros de transformación para su conversión en energía secundaria y, en tercer lugar, en menor escala, de manera directa al consumo final. En 2020 cerca del 60% de la energía primaria se destinó a la exportación. Casi la totalidad de las exportaciones fueron de gas natural (98,5%) y el restante fue gas licuado de petróleo (1,1%), crudo reconstituido (0,3%) y dos tipos de gasolina (0,1%).
Así mismo, en 2020 Bolivia importó principalmente diésel oil (6.282 Kbep) y gasolina especial (978 Kbep). Las
exportaciones de gas natural son fundamentales para el ingreso de divisas al país, mientras las importaciones de diésel oil y gasolina especial son esenciales para el sector transporte, el sector agropecuario y la minería.
Tres tipos de centros de transformación en Bolivia
En 2020 los centros de transformación en Bolivia procesaron 32.547 Kbep. Casi la mitad de esta energía fue transformada por las refinerías y un 40% por las centrales eléctricas y los autoproductores que operan principalmente con biomasa. En tercer lugar, estuvieron las plantas de tratamiento de gas.
Como se puede apreciar las centrales eléctricas procesaron el equivalente a 12.879 Kbep. Dentro del subsector eléctrico las termoeléctricas a gas natural representaron el 70% seguidas de las hidroeléctricas con 14%, las centrales a biomasa 10%, las centrales a diésel oil 3,6% y las centrales eólicas y solares apenas un 1,5% de participación.
Consumo final
En 2020 el consumo final energético de todos los sectores en Bolivia fue de 43.032 Kbep. El consumo final energético proviene en parte de los centros de transformación, de la importación de diésel oil y gasolina nacional, y de algunas energías primarias como el gas natural y la biomasa que se consumen de manera directa sin pasar por centros de transformación.
Es necesario aclarar que 2020 fue un año fuertemente afectado por la pandemia del COVID. En 2019 el consumo final de todos los sectores fue de 49.426 Kbep superior en 14% al consumo de 2020.
En 2020, el sector del transporte representa casi la mitad del consumo energético (48,96%), la industria un cuarto del consumo (25,34%) y el cuarto restante está compuesto por los sectores residencial (17,26%), comercial, servicios y público (3,81%), agropecuario, pesca, minería (3,75%) y construcción y otros (0,88%). Los sectores de transporte e industrial representan tres cuartas partes de todo el consumo final energético en 2020.
En 2020, según el tipo de fuente, los combustibles que más se consumieron en Bolivia fueron los combustibles fósiles con un 75,7% (gas natural, gasolinas, diésel oil, GLP y otros derivados), seguidos de la biomasa con 12,4% y la electricidad con un 11,9%.
[2] Kilo barril equivalente de petróleo (Kbep) son miles de unidades de energía equivalente, aproximadamente, a la energía liberada durante la quema de un barril (42 galones estadounidenses) de petróleo crudo.