Startup estadounidense lanza batería doméstica “enchufable” capaz de alimentar un frigorífico 32 horas sin instalación profesional
La startup que quiere democratizar las baterías domésticas
Las baterías domésticas suelen ser o muy básicas o demasiado caras. Pila Energy, una startup con sede en EE. UU., está rompiendo ese patrón con una propuesta ambiciosa: crear una batería inteligente, asequible y pensada para el día a día, no solo para emergencias.
Al frente está Cole Ashman, exingeniero de Tesla y Span, con una motivación personal: la falta de energía tras el huracán Katrina. No busca reinventar la rueda, sino hacerla accesible. Su objetivo: resiliencia energética sin complicaciones ni permisos.
El resultado es la Pila Mesh Home Battery, presentada en la feria South by Southwest 2025. A simple vista, parece una batería portátil más. Pero es mucho más lista y versátil.
Un nuevo tipo de batería para el hogar
Por 1.299 dólares (aproximadamente 1.225 euros), esta batería de 1,6 kilovatios-hora puede parecer cara frente a otras portátiles. Sin embargo, su diseño inteligente y funcional la convierte en una opción única: se enchufa directamente a la red doméstica y alimenta electrodomésticos esenciales como refrigeradores, routers o luces durante cortes de energía.
Un solo módulo mantiene funcionando un frigorífico estándar durante 32 horas, y hasta 64 horas con el módulo de expansión. Además, incorpora sensores inalámbricos para monitorizar la temperatura interna del frigorífico, y sensores propios que detectan anomalías en el consumo energético, lo que puede anticipar fallos en el compresor. Es decir, también previene pérdidas antes de que ocurran
Más que un respaldo: gestión inteligente de energía
El sistema se puede programar para cargar energía en horas baratas (por ejemplo, al mediodía, cuando la red está más relajada o la producción solar es alta) y usarla cuando la electricidad es más cara (tarde y noche). Este comportamiento, llamado “carga por tiempo variable”, ya lo aplican sistemas de alta gama como Tesla Powerwall o Enphase IQ.
La diferencia: estos sistemas cuestan entre 12.000 y 16.000 dólares (más de 11.000 euros), requieren instalación profesional, permisos municipales y muchas veces una casa unifamiliar en propiedad.
Pila apuesta por otra filosofía: infraestructura energética sin permisos. Si no se necesita permiso para poner una nevera, ¿por qué sí para una batería?
Energía DIY para todos
Este enfoque “plug-and-play” encaja con la tendencia creciente de soluciones energéticas Do-It-Yourself (DIY). Un ejemplo claro son los sistemas solares de balcón que han florecido en países como Alemania, donde más de 1 millón de hogares ya usan paneles solares enchufables. Estos paneles no reemplazan a una instalación en tejado, pero democratizan el acceso a la energía renovable, sobre todo en edificios o viviendas alquiladas.
En Estados Unidos, la normativa aún pone trabas a estas soluciones. Por eso, por ahora, Pila solo permite que la energía fluya desde el enchufe hacia la batería, no al revés. Pero eso podría cambiar pronto. Ya hay estados avanzando en nuevas leyes que reconocen estos dispositivos inteligentes como seguros y útiles para la red.
Ashman confía en que la evolución de los códigos eléctricos permitirá en breve que las Pila no solo consuman energía, sino que también puedan devolverla al sistema eléctrico del hogar, optimizando aún más su impacto.
Tecnología que incluye, no excluye
El mercado actual de baterías y energía solar está diseñado para propietarios con casas grandes y recursos suficientes. Pero ¿qué pasa con quienes viven en pisos, comparten vivienda o no pueden afrontar una instalación solar completa?
Ahí es donde Pila cubre un hueco importante. Por su diseño, es ideal para inquilinos, estudiantes, familias en viviendas multifamiliares y cualquier persona que quiera más control energético sin meterse en obras ni papeleos.
En lugares donde los apagones son cada vez más frecuentes —por fenómenos climáticos extremos, incendios forestales o fallos en la red—, contar con una solución como esta marca la diferencia entre perder o conservar alimentos, medicamentos o comunicación.
Potencial
El enfoque de Pila no solo aporta comodidad o resiliencia: es una pieza más del cambio estructural necesario hacia un sistema energético distribuido, accesible y flexible.
- Empodera a los ciudadanos para gestionar su consumo energético sin depender de grandes empresas o instalaciones costosas.
- Reduce la presión sobre la red eléctrica en horas punta, lo que puede evitar apagones y reducir la necesidad de centrales de respaldo contaminantes.
- Complementa la energía solar, haciendo que hogares sin tejado también puedan aprovechar las renovables.
- Fomenta una cultura energética activa, donde los usuarios entienden, optimizan y participan en el sistema.
En suma, no se trata solo de tener una batería en casa. Se trata de repensar cómo usamos, almacenamos y compartimos la energía. Y de abrir la puerta a soluciones simples, pero con impacto real.