Bolivia requiere nueva ley de hidrocarburos y electricidad - El Diario 27-05-25
Bolivia ingresó en una crisis energética. Las largas filas y estaciones de servicio cerradas, son imágenes de todos los días, que se observan en todo el territorio nacional. Mientras Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asegura que empezó la distribución y espera que, en los próximos días, baje la demanda. Un especialista en el tema sostiene que urge un cambio radical para asegurar la provisión de combustibles para el mercado interno; plantea una nueva política energética y paralelamente una ley de hidrocarburos y de electricidad.
Fallido
Para el analista del sector hidrocarburos Álvaro Ríos, lo que vive Bolivia son 20 años de un modelo económico fallido, en donde no se ha priorizado la inversión privada y se violó la seguridad jurídica.
Asevera que el proceso de nacionalización ha espantado a los inversionistas, así como no hubo la suficiente capacidad para avanzar en la exploración para reponer reservas, es por ello que esta política muestra la cima del fracaso que se refleja en el desabastecimiento de combustibles.
Lamentó que la falta de exploración llevó al país a un desabastecimiento, que lo lleva a importar carburantes.
Recuerda que el 2015 Bolivia exportaba gas natural a precios internacionales altos y por ello ingresaban al país alrededor de 6.000 millones de dólares, de continuar con la situación actual, el 2030 importará combustibles por la misma cantidad de recursos.
“Esa caída deja al país sin divisas, una de las principales causas. Este año Bolivia requerirá alrededor de 3.200 millones de dólares para importar combustibles, pero lamentablemente el Banco Central de Bolivia (BCB) estaría quebrado y el oro lidera las reservas, con un valor de aproximadamente de 1.500 millones de dólares”, reflexionó.
Anuncia que el desabastecimiento continuaría debido a que no hay con que comprar el combustible y calificó a la política energética del gobierno como fallida, ya que no hicieron las previsiones para adquirir el producto destinado al mercado nacional.
Otra de las causas que provoca el desabastecimiento, se lo atribuye a la poca exploración ejecutada por la estatal petrolera en la gestión de Evo Morales y de Luis Arce, la consecuencia se observa en la falta de divisas.
El Gobierno debe asumir su responsabilidad y es su obligación abastecer de gasolina y diésel hasta fin de año, exigió.
Crisis
El analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, indicó que Bolivia ya está en una crisis energética. Dijo que la prioridad de una política pública a nivel global es la seguridad energética, esto implica que la población pueda acceder a los combustibles que requiera de forma oportuna y regular, sin embargo, esto no pasa en el país, ya que la gente debe hacer filas entre 6 a 7 horas.
“Bolivia no produce todos los energéticos que la población demanda. En el caso del diésel, de cada 10 litros nueve se importan y en el tema de la gasolina, de 10 litros siete se compran afuera”, sentenció.
Medidas
Con respecto a las medidas anunciadas por el presidente Luis Arce, el pasado fin de semana, Velásquez lamentó que éstas no atacan el origen del problema, sino sólo sus efectos, como el contrabando o el acceso a divisas por parte de YPFB.
“Lo que hace el gobierno son implementar medidas paliativas para solucionar los efectos no las causas”, señaló y acotó que las causas son la política energética y la política hidrocarburífera.
Recordó que, en 2004, el gobierno estableció una política energética que se limitaba a una política hidrocarburífera, descuidando otros energéticos, por ejemplo, la electricidad.
Detalló que la política energética solo se haya centrado en el gas natural. Esto obedece a que en la pasada gestión de gobierno Bolivia tenía mucho gas y ya se hablaba de convertirla en el centro energético de la región.
Asimismo, en agosto de 2004 se promulgó el decreto 27691, que fijó el precio del barril de petróleo en 27.11 dólares. Este valor no fue actualizado ni se ha levantado. Hubo un momento en que superó los 145 dólares, pero el país seguía con la cifra fijada, que no es atractiva para atraer inversiones en exploración de petróleo, reflexionó.
Cambios
Los planteamientos para cambiar la normativa hidrocarburífera y actualizarla en el marco de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) vienen desde hace una década, ya que hay falencias en la normativa, pues no favorece a la estatal petrolera, de acuerdo con el analista Jaime Balanza, en entrevista en el programa 365 Conversatorio.
Ante la pregunta si ameritaba una nueva política energética y una nueva Ley de hidrocarburos, Ríos sostuvo que hay que cambiar totalmente el país.
Nombró las tareas que deberá ejecutar el próximo gobierno, como quitar los subsidios, gestar inversión privada, incluso cambios en la constitución en temas de arbitraje.
Balanza, en 365 Conversatorio, coincidió con Ríos sobre cambios que se deben realizar a la CPE, además de una ley de hidrocarburos y electricidad.
Ríos fue categórico al señalar que YPFB y Ende nacionalizada, no funcionan.
“No hemos explorado suficiente para descubrir reservas de petróleo y gas. Por ahora la consecuencia es el desabastecimiento de petróleo”, apuntó y anunció que el 2028 Bolivia importará gas natural y no habrá el energético para la exportación.
Alertó que este año probablemente se presenten problemas de abastecimiento de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Gasto público
Por su parte, Velásquez explicó que Bolivia tiene una política energética desde hace 20 años, que se centró en hidrocarburos, en el gas específicamente, para capturar la renta y financiar con ello el gasto público corriente.
Se requiere un cambio, una reforma estructural en la política energética del gobierno que integre hidrocarburos y el sector eléctrico. Ambos casos tienen leyes sectoriales desfasadas con la realidad nacional, regional y mundial, puntualizó.
Bolivia no cuenta con una política seria o una hoja de ruta para avanzar en la transición energética, alertó.
Proyección sobre
la situación del gas y
petróleo
Por otra parte, el experto en hidrocarburos de la Fundación Jubileo señaló que, en la proyección que realizan, por lo menos Bolivia debe encontrar tres megacampos con importante cantidad de reservas, de lo contrario el país estaría cerca de importar gas natural y coincide con el anuncio de Ríos para el 2028.
El país importará una parte del gas que consume a partir de ese año sino se avanza en el descubrimiento de tres megacampos con al menos cada uno de 3 TCF (trillones de pies cúbicos, en español).
Con respecto a Mayaya, no cumple el requisito para calificarlo como megacampo, pues el anuncio oficial indica que existirían reservas de 1,7 TCF, a esto hay que sumar que no se avanzó en la exploración de otros pozos para confirmar el volumen que tendría.
Para cuantificar reservas en la industria hidrocarburífera se requiere la exploración de tres pozos, y sólo uno, no es suficiente para cuantificar el potencial del yacimiento, señaló.
Por ello reitera que Bolivia requiere una política energética escrita en una ley y de esta se desprenda una normativa nueva para hidrocarburos y electricidad.
“Que considere todos los energéticos, gasolina, electricidad, fuentes renovables, y tenga todo un panorama completo de la oferta y consumo energético”, concluyó.