Bolivia y los desafíos del sector de Energía - Asuntos Centrales 7-7-25
Alejandro Lora Longaric - Presidente Solaria
La transición energética ya no es una aspiración, sino la ruta inevitable hacia la seguridad energética, la competitividad industrial y la mitigación climática. En 2024 el mundo añadió 585 GW de nueva capacidad renovable y elevó el parque global a 4 448 GW; el 92 % de esa expansión correspondió a tecnologías limpias y la solar, por sí sola, aportó 452 GW. Desde 2010 el costo nivelado de la electricidad fotovoltaica (LCOE) se ha reducido 89 %, y el precio de los paquetes de baterías, 90 %. En promedio, la electricidad solar es hoy 56 % más barata que la generada con combustibles fósiles, aun sin internalizar las emisiones.
Radiografía boliviana (2024). El sistema energético boliviano sigue dominado por los combustibles fósiles: el gas natural cubrió cerca del 62 % de la generación eléctrica mientras que las renovables —hidro, biomasa, solar y eólica— elevaron su participación eléctrica a ≈ 38 %, impulsadas por la hidroelectricidad (28 %), biomasa (3.5%) y los primeros crecimientos de la eólica (3.5 %) y la solar (≈ 3 %).
Generación utility-scale. Con irradiancias > 5 kWh m² día, cada megavatio pico solar produce más de 2 000 MWh anuales, y los PPA solares en Sudamérica se firman entre 30 y 45 USD MWh, muy por debajo del costo marginal térmico. El abaratamiento de las baterías permite agregar almacenamiento y convertir estos parques en capacidad firme, reduciendo vertimientos y emisiones. Por cada dólar invertido en nueva potencia renovable ya se gastan 0,60 USD en redes y baterías; se prevé alcanzar paridad antes de 2040.
Generación distribuida (GD). El D.S No.5167 de junio 2024 autoriza sistemas solares de hasta 2.5 MW con compensación de excedentes durante 24 meses y crea un registro de instaladores certificados. Con tarifas comerciales > 100 USD MWh, industrias y pymes logran períodos de retorno de cinco a siete años, suavizan picos diurnos y difieren inversiones en red. El plan oficial proyecta 37 MW de GD que aportarán 77 GWh anuales en 2030, meta que puede triplicarse si se combinan financiamiento verde y programas de techos solares.
Sinergia y divisas. Integrar GD urbana y parques utility-scale no solo reduce pérdidas y aporta resiliencia; también desplaza gas del sistema eléctrico. Cada gigavatio-hora solar sustituye 0,20 millones m³ de gas; a un precio de 7 USD/MMBtu, eso representa ≈ 53 000 USD en divisas. Un incremento de 1,5 GW solares (≈ 3 000 GWh/año) liberaría unos 600 millones m³ de gas anuales, generando ≈ 160 millones USD adicionales en exportaciones anuales y fortaleciendo la balanza de pagos sin sacrificar seguridad de suministro.
En conclusión, acelerar simultáneamente la GD urbana y los proyectos utility-scale fotovoltaicos es la estrategia de menor costo y mayor retorno económico para Bolivia: reduce subsidios, crea empleo calificado, recorta emisiones y libera gas para exportación. Solaria, como EPC líder, está en posición de convertir cada kilovatio instalado en energía más limpia, ingresos adicionales y verdadera soberanía energética para el país.